Este martes recibí propuesta de Jordi Martínez para escalar algo y entre varias propuestas acordamos ir al 'Cingle de la Tor' a una vía que tenía pendiente Jordi:
Ya recordaba que el acceso a este cingle, si no se dispone de 4x4, es bastante complicado dado el lamentable estado de la pista, por lo que subimos con el vehículo de Jordi. Día espléndido y con buena temperatura nos permitieron escalar en manga corta. Al llegar al punto de aparcamiento que Jordi recordaba de sus anteriores visitas, lo primero que le sorprendió es que ahora la pista continua hacia arriba y permite una aproximación más cómoda, lo cual permite llegar en apenas 20 minutos al pie de nuestro objetivo, identificable por un par de troncos de árboles cortados.
Nos repartimos los largos de manera que Jordi escalaría el primero y tercer largos y para mi el segundo. Desde pie de vía se visualiza el primer alejado espit, Fue subiendo y colocando diversos flotantes y puentes de roca, más que por la dificultad (IV+) por el tipo particular de roca que siempre hay que prestar máxima atención. Escalada vertical con algún resalte desplomado. Alcanza un parabolt y sigue el tramo más técnico del largo (V) superando un diedro atlético, que fue asegurando con flotantes y algún puente de roca, sobre el cual se encuentra la tercera chapa que es de otro parabolt. Aquí si se va algo en diagonal a la derecha se encuentra otro parabolt de una vía que comienza más a la derecha y que parece que comparte reunión con nuestra vía. A partir de ahí la dificultad va bajando hasta alcanzar la R-1, de dos parabolts, a los 55 metros.
Recuperé el largo y seguí con el segundo, iniciando hacia un visible parabolt y algo más arriba se puede lazar un boj. Entonces toca la parte más delicada al tener que esquivar una gran sabina, primero por su derecha para luego volver en diagonal a la izquierda, con roca a controlar y con dificultad para poder colocar alguna pieza, llegando a un resalte con un parabolt (IV+), para luego ya entrar en un sistema de placas algo musgosas que se van tumbando (IV), y con precaución se alcanza la R-2, también de dos parabolts, a los 35 metros, bajo un desplome.
Sube Jordi y afronta el tercer y último largo, con un primer paso para salvar el desplome protegido con un parabolt situado sobre el mismo (V+). Sigue por un tramo vertical en el que su dificultad pasa a V y luego IV+ encontrando 4 chapas más, una de ellas de un espit y el resto parabolts, finalizando el largo algo en diagonal a la izquierda y llegando a la R-3 sobre la propia arista cimera, a los 30 metros.
Reposamos un rato y picamos algo y seguimos con intención de seguir por la propia arista ascendiendo, pero vimos mucha vegetación y acabamos flanqueando en ligero descenso y sorteando muchos árboles, algunos de ellos caídos en el suelo, para llegar finalmente a un collado donde finaliza una pista por la que seguimos descendiendo hasta encontrar la Font dels Avets. En ese punto se deja la pista por un sendero que nace frente a la misma, con alguna marca de pintura roja sobre todo en la parte inferior. Se cruza nuevamente la pista y se sigue atajando por el camino que finalmente nos deja justo donde habíamos aparcado.
Llegando al collado
Font dels Avets
En resumen una vía digamos que 'corta', pero intensa y enclavada en un lugar muy bucólico. El tipo de escalada, dada la roca, es un tanto especial y al que no solemos estar acostumbrados
2 comentarios:
Felicitats! encara no m'he estrenat en aquesta curiosa paret, em recomanes alguna via en concret per entrar-hi en contacte?
Hola Jaume. Nomès he escalat la Rialles, a mès del Esperó Utopía, i diuen que es la mès asequible de la paret...
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