Habíamos hablado con Santi Rodríguez de hacer una salida de tres días por Aragón y un poco pendientes por la variabilidad del tiempo acabó por cuadra el plan para marchar de martes a jueves, con la idea inicial de escalar en Olvena, que Santi ya conocía de haber subido por la ferrata de Santo Cristo: hace unos 25 o 30 años. El año pasado se procedió a su reequipamiento.
Olvena está ubicado en las cercanías de Graus y recuerdo que nuestro antiguo compañero de club Joaquín Ricarte que es originario de esta zona, ya nos había comentado que había algunas crestas bastante interesantes, pero por un motivo u otro, siempre se había quedado la idea en el cajón de 'pendientes'.
Casualmente al ver la publicación en el blog de Manel & Ita que estuvieron hace unos días por allí, fue lo que acabó de animarnos. Como el primer día entres el viaje y demás, y que el día ya empieza a ser bastante corto, tocaba para el martes buscar algo corto y así la opción fue fácil:

La vía elegida es la Cresta del Gallo, también denominada Los Tres Espolones, que tal como comenta Xabier Larretxea: 'Bonita cresta. Rápido en acceso y retorno. Algunos tramos de la cresta son muy estrechos y aéreos. Vía semiequipada en los largos con parabolts y clavos viejos. Reuniones con 2 parabolts. Roca más discreta de lo que aparenta al principio. El L3 está bien equipado y el L2 es fácil de autoproteger. Única dificultad reseñable en el L1. Hacia su mitad hay una placa fina en la que hay que darse el paso y luego chapar. En el croquis incluyo los puentes de roca evidentes, pero no equipados que encontramos. Es con intención de ofrecer una mejor visión de las posibilidades de autoprotección que ofrece la vía. Eso no implica que no haya otras posibilidades que pueda encontrar cada uno (que las hay). Si lo tuyo no es el quinto grado, existiría la posibilidad de hacer sólo los tres últimos largos (los más estrechos y aéreos) desde la R1bis.'
Esto ya te pone en situación de lo que puedes encontrar. Acceso desde la carretera N-123 y tomar el desvío hacia Olvena y nada más cruzar el puente y antes del primer túnel hay un pequeño aparcamiento para 2/3 vehículos, que es desde donde nace el camino de aproximación, o si estuviera ya lleno, al otro lado del túnel hay otro más espacioso. Desde el aparcamiento ya hemos podido visualizar la bonita cresta. Había una cordada que ya había escalado la mitad del recorrido y que después descubrimos que iban lentos al llevar un dron para ir filmando.
La aproximación se efectúa por el antiguo camino que servía para acceder a Olvena. Inicio con fuerte subida hasta llegar a una especie de collado desde el cual ya se va llaneando en dirección a la cresta. Cuando casi se alcanza la misma ya se ve un desvío marcado con un hito que baja en paralelo a la cresta y que en fuerte pendiente casi nos lleva al río Ésera.. En el acceso nos sorprendió ver una especie de cestas que según me explicó Santi, antiguamente se colocaban para que pudieran servir de nido a rapaces.
Cómoda aproximación
Curiosos cestos en la aproximación
Ya acercándonos a la cresta
El hito que marca donde iniciar el descenso
Como ya habíamos leído la advertencia de que mejor no empezar en un bolt que hay bastante cerca del agua y ounto que si cae alguna piedra te puede tocar, optamos por entrar algo antes y por la propia cresta se va avanzando pudiendo lazar alguna sabina y colocar alguna pieza. Esta vía que se abrió en 1977 por J. Murciano, P. Albano y J. L. Corniel hace justo 48 años, fue reequipada en 2009 por aitor Sánchez Jose A. Fernández. Nos dio toda la impresión que originalmente debía seguir la cresta, pareciendo más asequible aunque con peor roca. Actualmente a mitad del largo hay que dejar la cresta para ir por las placas que hay por su derecha encontrando los pasos más difíciles de la vía entre 2 bolts que hay tramo muy técnico de V o algo más y con cierto aleje, para luego volver a la izquierda para acabar por la cresta y a los 30 metros llegar a la R1 de dos bolts, uno de ellos con argolla, en una cómoda repisa. Mientras aseguraba a Santi vi como el dron de la cordada que nos precedía nos debió filmar al pasar sobre nosotros.

En el tramo fino del primer largo
La cordada que nos precedía
Santi finalizando el primer largo
Siguiendo los consejos de las reseñas, Santi efectuó el corto trámite para llegar desde la R1 a la R1 bis (IIº) con unos 10 metros de descenso para montarla de un arbolito y pudiendo reforzar con algún flotante.
Cambio de reunión a la R1 bis
Siguió Santi con el segundo largo que inicia siguiendo la cresta (1 bolt y un clavo en este tramo) para después ir algo a la derecha por una especie de canal/ diedro en el que es fácil ir colocando flotantes o empotradores y con un paso de salida donde encontraremos otro par de clavos, que hay que superar un gran bloque que se puede superar por ambas vertientes y llegando sobre él a la R2 de dos bolts a los 30 metros. La dificultad de largo de IV, aunque depende como te lo montes puede haber algún corto paso de IV+.
Santi en el segundo largo
El tercer largo hay que subir primero a la cima de una pequeña aguja para después descender a un collado donde encontramos un primer bolt. No es difícil pero impresiona y mejor lazar la sabina que hay en la cima para efectuar el descenso. Sigue una afilada arista de IV asegurada con un clavo y otro par de bolts, hasta alcanzar la R3 a los 30 metros, también de dos bolts.
El tramo de la arista, de lo más estético de todo el recorrido
Santi evolucionando por el tercer largo
Desde la R3 panorámica del puente para acceder hacia Olvena
Santi siguió con el cuarto largo con un breve paso descendente hacia la derecha, encontrando un clavo (III/III+) y proseguir por la cresta (II) encontrando un bolt y a unos 20 metros un doble bolt que optó por chapar y seguir hasta alcanzar el collado donde ya se encuentra el camino de bajada a unos 40 metros.
Inspeccionado ya vimos que hay que ir bajando por la derecha
Pasito para llegar al clavo y volver a la cresta
A partir de ahí caminando
Foto en el collado
Y regresando volvemos a enlazar con el camino de aproximación
Como aún era temprano aprovechamos para subir a Olvena y aún pudimos ver a gente escalando deportiva al otro lado del túnel. De esta manera ya pudimos conocer donde dejar aparcada la furgo para el día siguiente y pudimos recorrer algo sus calles. De lo que recordaba Santi, poco ha cambiado el pueblo. Bajamos hacia el camping y ya pudimos ver el recorrido de la Cresta de la Cruz, que sería nuestro objetivo para el día siguiente.
Panorámicas de la Cresta de la Cruz
Vía recomendable como para escalar por primera vez en la zona, aunque el primer largo sea con diferencia el más fuerte del recorrido. cogiéndote algo en frío..
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