dissabte, 2 de març del 2024

Invernal a Crestes del Ninet (Els Mollons)

 

Para este jueves habíamos acordado con Josep María de escalar algo relajado, dado que ha estado unas semanas en el dique seco y para ir cogiendo forma le interesaba hacer metros sin demasiada exigencia.

Yo hace tiempo ya vi publicado en el blog de 'Escalada per a tontos' una reseña de una vía muy clásica de Els Mollons (Crestes del Ninet), y donde yo sólo he escalado dos veces, una en una salida de cursillo de la ECAM en 1986 y más recientemente en '2018' con Albert Royo, Jordi F. y Montse.

Reseña Escalada per a Tontos
Reseña 'Joan Prunera'
Reseña 'Joan Asín'
Reseña 'Manel & Ita'

Con la información que aparece entre todos estos blogs ya tuvimos suficiente para engrescarnos. Después Josep María removiendo fotos descubrió que ya la había escalado en 2019, pero que ya le estaba bien volver a repetir.

Acordamos encontrarnos en la estación de los FFCC, punto obligado para el acceso y después subimos, en este caso, con mi vehículo. Como suele suceder, no optamos por la mejor opción y acabamos aparcando en la perpendicular del Molló Gros, subiendo por tramos de tartera que no es lo más cómodo y al llegar a la base del Molló Gros ya fuimos hacia la izquierda hasta encontrar el pie de vía de las Crestes del Nient donde se ve un cercano bolt y un viejo buril que debía sujetar una placa metálica con el nombre de la vía de la cual sólo queda un trozo minúsculo. 

El Molló Gros desde donde aparcamos
Buena foto de Joan Asín para localizar la vía

Al llegar se animó Josep María para escalar el primer largo, que estaba completamente a la sombra y con un gélido viento para superar el tramo conocido como 'La Cotilla' (IV) donde hay otro bolt. Tramo que con el frío y lo poco acostumbrados a este tipo de roca que nos daba sensación de poder resbalar en cualquier momento se hizo más difícil de lo que esperas al ver las reseñas. Se pueden colocar flotantes al gusto para subir más tranquilo. Optamos por no unir largos y montamos la R1 en una buena sabina, a unos 20 metros, en la que ya tocaba el sol, pero en la que el viento pegaba con insistencia.


En el primer largo

Recuperé el largo e incluso escalé con los guantes de ferrata, con los que ya escalé toda la vía, ya que algo abrigan. Tal como llegué a la R1 ya vi que se inicia el segundo largo subiendo por la derecha y llegando al primer bolt relativamente tranquilo (IV) y aquí ya se ve el conocido por El Diedre Grog viendo en la fisura de la izquierda restos de haber clavado y algún resto de taco de madera y ahí viene la gracia del largo ya que hay que emprender un flanqueo hacia la derecha con esta roca tan poco adherente y que añadido al frío que hacía, convirtió este tramo que para algunos es IV+ y para mi creo que se aproxima más al V y con alguna regleta y pies en adherencia se progresa hasta alcanzar el mencionado segundo bolt. donde tocaba el sol y el aire y costaba de distinguir por donde es mejor subir. Colocando un flotante antes de salir hacia la derecha donde ya más fácilmente (IV) se alcanza la R2, a unos 20 metros, que al marcar II pensá con un bolt con argolla y donde sorprendentemente no tocaba nada de aire y la temperatura era agradable. Coloqué otro allien rojo para reforzar y ya subió Josep María que estaba deseando de salir de la zona ventosa.



En el segundo largo

Siguió Josep María para llegar a la R3 a unos 10 metros, que marcado de IIº, pensamos que debía ser medio caminando hasta un diedro y de ahí hacia arriba al collado. Después comprobamos que es mejor salir recto de la reunión con buen canto aunque bastante vertical, por lo que parece desde abajo que es más difícil de lo que en realidad es.

El tercer cargo no es difícil, pero hay que prestar atención por donde realizarlo

Cuando subí ya Josep María me informo que para subir al Ninet habia que ir nuevamente por la vertiente Oeste, a la sombra y nuevamente con fuerte y gélido aire. Optamos por que yo escalara el largo y al llegar a la instalación del rápel me descolgaría y aseguraría a Josep María desde la R3. Este tramo hay que escalar n pequeño resalte para chapar el primer bolt y lo más cómodo es poner estribo y así alcanzar más cómodamente el segundo bolt. Para salir más cómodamente se puede colocar un buen flotante (en nuestro caso fue el totem calabaza) y ya llegar a la instalación de rapel de 3 bolts, dos de ellos unidos con cadena y con una buena argolla para descolgarse. 


Subiendo a El Ninet

Una vez en la R3 nuevamente, paramos a beber y picar algo y después ya se dispuso Josep María a seguir  con el cuarto largo en el que un bolt a unos 5 metros, señalan el camino a seguir por una placa tumbada pero bastante lisa. Aunque la dificultad debe ser III+/IV, sigue siendo la roca curiosa y una vez chapado hay que ir en diagonal a la izquierda pasando por entre dos sabinas alguna de las cuales se puede lazar y ya se sale a un tramo más fácil de III+ que permite llegar a una buena sabina en el suelo, a unos 15 metros.


En el cuarto largo

El quinto largo es en el que personalmente más  me gustó, encontrando con la mejor roca de toda la vía. Inicia por unas gradas de II para alcanzar una lastra donde hay un bolt y entonces por una escalada muy vertical y superando en bavaresa por unas fisuras de muy buen canto, en las que si se desea se puede colocar alguna pieza (IV) después que un tramo algo más fácil (III+) para llegar a la R5 a los 20 metros de un sólo bolt y bastante colgada, pudiendo reforzar con algún flotante.



En el bonito quinto largo

Desde la R5 se ve una gran roca con un gran grafiti que ya indica la proximidad de la cima. Es una trepada de II en el que se puede montar reunión donde se crea oportuno o llegar hasta la tabla de orientación que marca los diferentes vientos de la zona. Después ya se llega caminando a la cruz de la cima que es el punto más alto de Els Mollons.

Accediendo a la cima
'Rosa dels vents'

En la cima
Y abajo La Pobla de Claramunt

Para descender optamos por hacer un recorrido más largo pero más cómodo, siguiendo la pista que llega a la cima y después tomar desvió a la derecha siguiendo las marcas de PR y llegamos tranquilamente al aparcamiento y pasando por donde es más corto para acceder y marcado con una gran 'fita'.

Para redondear bajamos hacia la estación de los FFCC y descubrimos antes de cruzar el puente la existencia de un bar donde poder comer bocatas o platos combinados a un precio razonable.

En resumen una jornada entretenida que por el gélido viento se ha hecho más dura de lo previsto. El recorrido está muy bien encontrado, pero ya teniendo en cuenta la particularidad de esta roca.