Después de actividad por el 'Queiras' ya decidimos que el sábado lo dedicaríamos a algo relajado y empezando a mirar documentación de posibles lugares, recordé que ni Jordi ni Assumpció habían estado en la Vall de Fournel, de corto acceso desde L'Argentière La-Bessée y donde ya hace años pude escalar con Jordi Lletche tres vías de la gran pared de vertiente sur: Transdalles Express, Suspleen y La porte du ciel, de hasta 150 metros y dificultad máxima 6a, y en la vertiente norte unas 6 vías de deportiva entre 5c y 6b+.
Escalando en Fournel en el 2000
Con esta reseña de Jordi Lluch escalamos Transdalle Express
El sábado almorzamos tranquilos y bajamos hacia L'Argentière La-Bessée para enseguida iniciar la carretera que con fuertes subidas se dirige hacia el cercano valle de Fournel. Llegamos a una esplanada atestada de gente que estaban esperando turno para ir a hacer el cañón de Fournel, que por lo visto da buenos dividendos a los guías de la zona.
Proseguimos y enseguida localizamos el aparcamiento para acceder a la pared de la cara Sur, donde actualmente en su parte central ya hay un buen número de vías:
Reseña de la del Briançonnais de Yann, Martine y J.J. Rolland
Lo malo de esta pared es que en días calurosos mejor no acercarse, aunque ya se sabe que hay gente con más aguante que otra. Al parar antes del puente había carteles de la compañía de agual como si estuvieran haciendo obras y parecía que no se podía seguir. Pasamos andando y vimos que sí se podía continuar un tramo y primero paramos en la curva por la que nace el camino de acceso al sector de deportiva de la cara norte y llegamos hasta su base para tener una buena imagen de la pared sur.
Assumpció comprobando que el puente aguanta...
Desde la zona deportiva se ve la pared sur donde no había nadie
En el sector de más a la izquierda creo que hay incluso alguna vía de 9a
Intentamos proseguir la carretera pero al poco rato ya se convertía en pista y ya llegamos a donde los currantes tenían sus aparejos y ya vimos que continuar era peligroso. Nos cruzamos con algún coche que hicieron exactamente lo mismo.
Bajamos de nuevo a L'Argentière La-Bessée y además de comprar alguna cosa pudimos comprobar que el según los franceses, el piolet más grande del mundo, sigue en perfectas condiciones delante del Ayuntamiento de la población.
Esta fue la gran actividad del día de descanso y por la tarde ya recibimos mensaje de Susana que estana de vuelta después de haber triunfado en la Dibona, así que por la tarde tocaba buscar información para ver que podíamos escalar el domingo, que para nosotros ya suponía la última escalada de la semana.
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