
Ya hacia varias semanas que habíamos ido hablando con varios compañeros para hacer una escapada, inicialmente a Panticosa, pero por varias circunstancias se acabaron reduciendo fechas y componentes para la salida (finalmente Santi Rodríguez y yo) y optamos por ir a 'La Predicadera' que Santi no había escalado nunca.
Las fechas se redujeron a un par de días para estos primeros jueves y viernes del mes de octubre y el planteamiento también varió al ser sólo dos y poder tener el campo base en la furgoneta de Santi. Quedamos temprano el jueves para aprovechar el día y fuimos de una tirada hasta el parking de La Tejería, donde sólo vimos un vehículo de una familia que iba a buscar setas.
Estos días recopilando información vimos una entrada de Joan Prunera de una combinación de vías: Felisín (2 primeros largos) y resto por la 'Jabalí errante', que yo ya había escalado con Xacó en 2016. También vimos que la Felisín tenía medio largo más (Ao-6b), que evidentemente, dada la dificultad, ya descartamos, para luego empalmar con el resto de Jabalí errante.
Al llegar a La Tejería la temperatura era algo fresa, pero con un cielo radiante. Almorzamos algo y ya nos equipamos para efectuar la aproximación.
Nos fue bien que la aproximación la pudiésemos hacer aún con temperatura no muy alta, ya que después fue aumentando gradualmente escalando con temperatura algo alta, aunque sin llegar a ser de verano.
En la aproximación
Al llegar al barranco, donde se notaba que había llovido días antes, nos pasamos de largo el desvío que permite con tramos de cuerdas fijas ir en diagonal a la izquierda para luego seguir el camino 'B' y acabamos siguiendo un buen tramo del camino 'C' y luego improvisamos hasta empalmar con el 'B'. Tardamos algo más, pero nos evitamos todas las cuerdas fijas. Llegamos a la base del sector de Jabalí errante, donde ya cuesta localizar las vías. La única que tiene nombre grabado en la roca es 'Jabalí errante'.
Pie de vía Jabalí errante
Vimos como 3 líneas de parabolts (una de ellas '
Furtivos de la roca') y nos despistó algo la única reseña que llevamos, de Joan, que indicaba su inicio muy cerca de un árbol junto a una canal , cuando es a unos 5/10 metros a su izquierda.
Al final optamos por la línea que en apariencia parecía la de grado más parecido a lo que señalaba la reseña (IV/IV+) y se animó Santi para comenzar, aún con las dudas de si estábamos en la vía. Fue subiendo y encontrando los 9 bolts que marca en sus 35 metro y encontrando la R1 de dos bolts con argollas.
Santi negociando el primer largo
Y luego Xavi recuperando las cintas
Tomé el relevo y el segundo largo empieza con un tramo fácil que nos sitúa bajo un resalte que aunque graduado de V, nos pareció algo más, aunque no sea obligado. Después va siguiendo un espolón con dificultades que va fluctuando entre entre V/IV+/IV, llegando a la R2 a los 40 metros siendo también de dos bolts con argollas, en una buena repisa bajo un gran desplome.
Xavi en el segundo largo
Y Santi recuperando cintas
Desde la reunión vimos que el largo de Felisín que cruza el gran desplome y que sorprendentemente marca que se pasa con 2 pasos de Ao y después 6b. Unos metros más a la izquierda está la R3 de Jabalí errante, que yo ya había escalado, pero cuando la hicimos con Xacó aun no se había abierto a su izquierda la vía Psikoterapia (equipada en 2020). Viendo el desplome Santi me cedió el paso para que continuara yo. Se sale en diagonal a la izquierda hacia el margen izquierdo del gran desplome con un bolt muy visible, sobre el que se ve intercalados viejos buriles y bolts, y entonces nos fijamos que la Psikoterapia que sube un par de metros más a la izquierda, supera con mucho menos desplome. Como no llevábamos reseña de esta otra vía dudamos, pero Santi empezó a insinuar que si desplomaba menos, que podía ser una buena opción, Viendo lo bien equipado que está con 5 bolts este primer resalte, que después vimos que se gradua de 6a+ ó Ae/V, me metí y fui trampeando sin demasiados problemas. Impresiona cuando al salir de ese quinto bolt, que con mucho aire bajo los pies sigue hacia la izquierda buscando una fisura con buen canto para las manos, pero los pies trabajan en adherencia.. Al no tener la reseña no vimos que esa vía sigue en diagonal a la izquierda con algo de distancia hacia un bolt que no es muy visible y en cambio vi un bolt que casi estaba en la vertical, algo distante y que pertenece a Jabalí errante y ya seguí sin saber en que vía estaba hasta la R4 de Jabalí errante, a unos 35 metros, también de dos bolts con argollas y nuevamente bajo un gran desplome, teniendo a menos de 5 metros a su izquierda la R3 de Psikoterapia. Aquí reconocí esta reunión ya viendo la salida del último largo. Recuperó el largo Santi y fue haciendo bien hasta llegar al mencionado paso de salir a la izquierda y tuvo ciertos problemas, hasta que finalmente se decidió y ya no prosiguió hasta llegar a la reunión.

Xavi una vez superado el resalte duro de Psikoterapia
Santi en el punto clave del largo
R4 Jabalí errante
Santi en el tramo final del 4º largo de Jabalí errante
Y Xavi asegurando desde la reunión
Unos instantes de reposo y ya le expliqué a Santi lo que recordaba de este 5º largo de Jabalí errante. Se inicia en diagonal a la izquierda para situarse bajo el gran desplome y donde vimos restos de cagadas de cabra que demuestran que se mueven por allí sin problemas. Se alcanza un primer bolt y ahí viene un flanqueo que no supera el IVº pero en el que un resbalón puede suponer, tanto de primero, como de segundo, un buen 'botafumeiro. cuando se alcanza ya una buena repisa que permite alcanzar fácilmente el segundo bolt que marca la continuación con un resalte de IV+ para chapar un tercer bolt, desde el que ya se va describiendo una gran diagonal hacia la derecha por terrero fácil (II/I) con algo de roca suelta para llegar a una gran sabina a unos 40 metros donde poder montar la R5. Me tocó recuperar las cintas y desde luego el flanqueo no permite ningún descuido.
El fotogénico quinto largo
Una vez reunidos, ya procedimos a recuperar cuerdas y ordenar material, bebiendo y picando algo y sobre todo cambiando el calzado. Foto cima y ya empezamos a remontar siguiendo los hitos de piedra que van marcando, pero hay un punto que te conducen como si tuvieras que bajar hacia la primera canal, que no nos pareció nada recomendable y seguir flanqueando sin perder mucho desnivel por entre tarteras y arbustos, con algún hito que va marcando hasta enlazar con el camino que baja del Pico Montidinera, mus pisado y perfectamente señalizado y que va serpenteando por tarteras y pasando por un tramo con una cuerda fija que facilita el descenso de un tramo con algo de rocas sueltas, para llegar al característico bloque denominado 'El Pito' bajo el que hay un buen vivac. Ahí hicimos una pequeña parada y ya el resto es más tranquilo hasta que se enlaza con el camino de aproximación y de vuelta a La Tejería. Aunque se marca aproximadamente 1h desde la cima, a nosotros nos costó algo más, aunque como ya teníamos intención de quedarnos a dormir, tampoco teníamos excesiva prisa.

Foto cima
El '
PITO', antiguo refugio de pastores
En el camino de regreso a La Tejería con vistas al Huevo de San Cosme (foto mía de 2018)
La Tejería
El aparcamiento seguía vacío y a medida que iba anocheciendo la temperatura empezó a ir bajando, así que ya pasamos a darnos un buen homenaje con cervezas incluidas. Buena jornada que nos dejó contentos y después de la comida/cena analizando el resto de reseñas que llevábamos ya entendimos el recorrido escalado, que aprovechando la reseña de Joan Prunera hemos podido tunear.
Reseña tuneada de popurri de vías seguido
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