Javier ya hacía tiempo que le daba vueltas a la cabeza de encontrar una arista como esta, sin complicaciones técnicas, con facilidad para poder abandonar en caso de necesidad, con algún “pasito” que le dan emoción al final y sobre todo enclavado en un maravilloso entorno.
Toda la descripción técnica de la vía está perfectamente detallada en la reseña publicada en el número 207 (Juliol-Agost 2006) de la revista Vertex y simplemente la adjunto.










Tengo que comentar que ya he efectuado 3 veces el recorrido con monográficos de la E.M. Glacera y reconozco que es buen lugar para aprender a desenvolverse sobre una cresta, pudiendo hacer prácticas de colocación de seguros de autoprotección (Tascones, friends, aliens, o cualquier cosa que se os ocurra llevar). Se puede hacer prácticamente toda la cresta en “ensamble”, salvo al final que hay unos tramos curiosos, sobre todo el último que da acceso a la última aguja, que está perfectamente asegurado con 2 químicos. Desde esta última aguja deberemos efectuar un corto rápel de unos 15m.

Es fácil que os encontréis al acabar la cresta a alguna familia de pic-nic, ya que el lugar como ya he dicho, se presta para “retozar" sobre la hierba.
Como curiosidad, podremos visitar en la misma carretera que cogemos para acceder y poco antes del desvío que baja hacia el pueblo de Peguera, unos restos paleontológicos, en el que es bien visible unas pisadas de ¿dinosaurios?

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