El sábado volvimos a quedar con Susana M. para escalar algo por Ca la Montse y tras descartar alguna opción, optamos por una vía que aún tenía pendiente y Susana tampoco la había escalado: 'Ana Marisa Correia'.
Reseña original
Visto los últimos atascos que hemos padecido durante este mes para acceder al Monestir y los precios del Funi de Sant Joan, optamos por hacer un buen treking desde Santa Cecilia, accediendo por el Camí de l'Arrel hasta enlazar con el camino que viene del Monestir y cruzar desde la ermita de Santa Anna hacia el Camí Nou de Sant Jeroni y ya seguir por el mismo hasta el desvío para acceder a la vertiente oeste del Gorro Frigi.
En la 'Punçola-Reniu' ja había alguna cordada bastante arriba
Nuevamente contemplando Flautats y 'La Punxa'
Al iniciar el cielo estaba con el típico 'sol y nubes' pero con una temperatura relativamente agradable, pero ya al llegar a pie de vía, que está a escasos 5 metros a la izquierda de la 'Òptima', el viento empezaba a pegar y el cielo totalmente encapotado, que daba que pensar que íbamos a 'pringar'.
Picamos algo y empecé con el primer largo por unas visibles chapas verdes y alguna gran marca de pintura verde en uno de los resaltes. Puede ser que tanto al inicio como en el citado resalte, la dificultad suba a IV+, siendo el resto de III/IV y llegando a los 30 metros a la R-1 de dos parabolts con argollas.
Escalando el primer largo
R-1
El viento hizo bajar considerablemente la sensación térmica
En el tramo final del primer largo
Mientras aseguraba a Susana el frío me hizo pensar que bajar podía ser una buena idea, pero al llegar la compañera y verla decidida a continuar, me resigné a aguantar sólo con la camiseta y el para-vientos y le aseguré mientras enlazaba el segundo y tercer largos. El segundo largo tiene los tres primeros parabolts visibles, pero a partir de ahí va sorteando roca algo 'cutre', efectuando una gran diagonal hacia la izquierda, encontrando la R-2 a unos 20 metros y prosiguiendo el flanqueo hacia la izquierda con suficientes parabolts como para no pasar miedo y llegando a los 55 metros a la R-3, de dos parabolts con argollas, junto a la canal por la que asciende la Viaplana.
Por suerte al llegar a la R-3 veo que quedaba más a resguardo del aire y mirando hacia arriba, aunque el frío me había dejado las manos algo insensibles, la proximidad de los parabolts, en la primera parte hace que sea factible el ir trampeando en caso de necesidad. Aquí las chapas cambian de color pasando a lila.
Empiezo el largo cruzando un tramo algo terroso de la canal de la Viaplana y ya alcanzo el primer parabolt. Siguen unos metros verticales y muy finos que posiblemente sea el marcado 6a+ (V+/Ae), que la proximidad mencionada de los parabolts, excepto en alguno de ellos que hay que esforzarse más, permite ir progresando relativamente tranquilo, pero en la segunda parte del largo cuando la dificultad va bajando, la distancia entre seguros va creciendo, siguiendo una escalada vertical pero con buenos cantos y roca de primera calidad, encontrando, en mi opinión, uno de los largos más bonitos que he escalado en Gorros. A los 30 metros se alcanza la R-4, de dos parabolts con argollas, en una repisa relativamente cómoda.
Sube Susana que, con menos problemas de los que ella se creía que iba a tener, logra subir y llegar a la R-4. Algo escéptica con el 6b que marca para superar el desplome que se ve sobre la mencionada reunión, me cede paso y así acabar la vía. Inicia por un tramos de placa en ligera diagonal a la derecha (IV+) y un pequeño resalte (V) antes de alcanzar la base del mencionado desplome con algo de roca descompuesta, que se puede evitar si se visualizan bien los movimientos. Después de la zona más desplomada, que se puede trampear en Ao, sigue aún un tramo vertical que hay que esforzarse y pasado el cual ya va perdiendo verticalidad (IV+) y saliendo de otro pequeño resalte ya se alcanza la rampa llena de piedras sueltas que permite llegar a los 30 metros a la R-5.
Sube Susana y permanecemos un rato disfrutando de la poco habitual soledad de esta cima que suele estar muy concurrida, procurando ponernos a resguardo del viento. Vemos alguna cordada más que estaban por los alrededores y ya nos decidimos por emprender el descenso y al efectuar el primer rápel nos encontramos con un par de cordadas (una de ellas una pareja italiana) que estaban rapelando de una reunión cercana al collado. Al bajar me voy a otra reunión más abajo y así mientras los vecinos acaban de rapelar, nosotros podremos también efectuar el descenso.
Viendo que el tiempo sigue no demasiado espléndido y que nos queda aún una buena excursión para regresar al coche, damos por acabada la actividad y emprendemos el regreso, en esta ocasión seguimos por la misma ruta que al subir hasta llegar al cruce para desviarse hacia Sant Benet y optamos por bajar por las escaleras al Monestir para después seguir por el Camí de Degotalls y una vez llegados al cruce para llegar a la carretera seguimos por su lateral hasta Santa Cecília.
Cuando llegamos, cansados pero contentos, como el sábado anterior, nos vamos a Cal Anna a darnos un pequeño homenaje. Nos sorprende ver que mientras en la zona de Agulles lucía un espléndido sol con buena temperatura, en el resto de la montaña estaba encapotado con un contraste bien curioso.
Para el domingo habíamos quedado con Xacó y Jordi F. para escalar por Vva de Meià y Xacó propuso una combinación de vías en la Roca Alta que había visto publicado en el blog de Joan Asín:
Suerte que los compañeros sí que han escalado en esta pared, más recientemente y conocían el acceso hasta el aparcamiento en la vertical del visible Diedre Farreny. Sólo había un coche de unos franceses que al parecer habían dormido allí, pero no conseguimos ver donde debían estar.
El camino de acceso está bien marcado con 'fitas' y puntos de color fucsia. Subida bastante pronunciada que en 30 minutos nos permite alcanzar la base del diedro, y de ahí ya seguir por la base de la pared hasta encontrar la canal que separa ambas vías y siguiendo los consejos de Joan Asín, empezamos por la Límits Verticals.. En el pie de vía no hay ninguna señal, pero son visibles 3 parabolts y un puente de roca, que son los únicos seguros que hay en el primer largo.
Acordamos que para Jordi el primer largo, para mí el segundo y para Xacó el tercero y obvisremos el cuarto largo al tratarse un largo sin demasiado interés y que podría dificultar el descenso hacia 'A la deriva'.
El primer largo inicia por un tramo con roca algo saneada pero que aún hay que vigilar hasta llegar al primer parabolts a unos 3/4 metros. Unos 3 metros más arriba ya se ve un puente de roca con un cordino. Aquí ya se inicia la sección de roca excelente sobre una placa técnica con dos parabolts más. Aunque desde abajo parece que lo difícil (V+) sea entre esas dos chapas, el paso es salir del segundo, y más para quien escalé de segundo, ya que después ya se sigue efectuando una marcada diagonal hacia la derecha, así que si resbalas, el 'botafumeiro' puede ser auténtico. Al no haber más seguros y tener que ir sorteando vegetación, hay que ir atentos de ir por el buen camino. Creo que nosotros subimos más a la izquierda de lo que tocaba por un resalte de típicas rayas vilanovinas (IV/IV+) y tuvimos luego que flanquear a la derecha para llegar a la R-1, de dos parabolts, a los 40 metros
El segundo largo inicia siguiendo una fisura por la derecha de la R-1, donde algo escondido encontraremos un clavo (IV+). Donde la reseña original indicaba un segundo clavo, ahora hay un parabolt, y algo más arriba encontramos otro, justo antes de un tramo donde deberemos sortear vegetación y ya con una última trepada de III alcanzamos un collado donde hacia su izquierda baja una canal que utilizaremos posteriormente para descender, encontrando a los 20 metros la R-2, de dos parabolts.
El tercer largo es de esos que desde la reunión 'impresiona'. Le toca a Xacó e inicia por un tramo de placa donde encontramos un primer parabolt (V) para alcanzar un fisura que seguiremos por su izquierda (V/V+), pudiendo colocar flotantes, hasta llegar a un resalte con un segundo parabolt. que protege el paso más técnico de la vía para alcanzar un poco más arriba el tercer parabolt, gracias a una regleta (se puede trampear en caso de necesidad). Para salir de esa expansión lo mejor es apoyar el pie derecho en una fisura con unos bloque que son más sólidos de lo que parecen. Sigue un tramo algo desplomado y con otro par de parabolts algo alejados (V+), pero al ir ascendiendo se van encontrando cantos suficientes para ir progresando, hasta alcanzar la R-3, de dos parabolts, a los 35 metros, en una cómoda repisa. A pesar d que en la reseña original marcaba el tramo más duro como de 6b+, nos pareció más ajustado marcarlo de 6a/a+. Desde luego es un largo muy estético y que sólo por el ya vale la pena escalar la vía.
Viendo el cuarto largo de III/IV, bastante tumbado y aparentemente sin demasiado interés, acabamos de decidirnos por descender desde la R-3, gracias a un rápel de 30/35 metros y posteriormente por la canal mencionada anteriormente, con algún destrepe hasta alcanzar un resalte con una cuerda estática instalada de unos 5 metros, tras el cual ya se llega a la base de la pared y cruzando un tramo hacia la izquierda acabamos encontrando el inicio de 'A la Deriva'.
Al llegar a pie de vía, sucede como en la anterior, que no existe ninguna marca, pero son bien visibles los tres primeros parabolts. Volvemos a distribuir los largos en igual orden, comenzando Jordi con la potente entrada para superar un desplome, donde el llegar al canto para poder chapar el segundo, es la clave del largo. A pesar de estar graduado de 6a, según la envergadura, que en mi caso no es grande, puede que incluso sea algo más, aunque se puede trampear cómodamente. Después se describe una ligera diagonal a la derecha para alcanzar una fisura a equipar (V+) que con un tramo atlético permite llegar a una gran sabina, que se puede lazar y continuar por su derecha hasta alcanzar el cuarto parabolt (V), y de ahí siguiendo el diedro algo más arriba, se alcanza la R-1, de dos parabolts, a los 30 metros. Otro buen largo muy estético y de muy buena roca.
Sigo con el segundo largo con un paso atlético para seguir el diedro con algún bloque a controlar (V/V+) para llegar al primer parabolt, desde el que hay que emprender una diagonal a la derecha hacia una gran sabina y luego continuar por un diedro a la derecha de la misma y donde encontramos un segundo parabolt (IV+), que protege la salida para superar un pequeño desplome sobre unos bloques a controlar y que se superan por su margen izquierdo, alcanzado a los 20 metros la R-2, de dos parabolts a los 20 metros.
Toma nuevamente el relevo Xacó para afrontar el tercer largo, en el que enseguida vemos que a sus equipadores les debió dar mucho trabajo de limpieza y que aún así hay que prestar mucha atención a la roca. Por contrapartida el equipamiento es generoso y se puede trampear en caso de necesidad.
El inicio ya sorprende al ver una placa aparentemente fácil, pero graduada de 6a y con 3 parabolts bastante seguidos. El tramo tiene su guasa con movimientos técnicos en placa en diagonal a la derecha, para llegar a un resalte marcado de 6a+, en el que hay que trabajar tanto de pies como de manos para escoger bien y no se nos rompa algún canto. Se sigue por placa que va disminuyendo paulatinamente su dificultad, encontrando el tramo final para alcanzar la R-3 muy terroso y en el que hay que extremar la precaución, llegando a dicha reunión, de dos parabolts, a los 30 metros. Puede que la dificultad global del largo no supere el 6a, pero el tener que ir en algún tramo pendiente de la roca le da un plus.
La sorpresa nos la llevamos con el cuarto y último largo, que aparentemente y comparado con el anterior, parecía que iba ser una forma relajada de acabar la vía. Tomo el relevo Jordi y comienza en diagonal a la izquierda hacia un diedro/canal, encontrando un curioso artefacto como primer seguro...
Pensando que se podría subir escalando en diedro, descubrimos que hay una serie de clavos por el espolón de la izquierda del diedro (4 clavos y un buen puente de roca ya equipado), con resaltes algo desplomados y con roca a vigilar. El tema además es que desde la reunión no se ve nada al quedar el compañero detrás de los árboles. Por los comentarios que iba haciendo Jordi ya detectamos que tenía 'guasa', para ser V/V+. Finalmente alcanza la R-4 a los 25 metros, ya fuera de la propia pared. Subimos y comprobamos que con razón se había quejado el compañero...
Estuvimos un rato reposando y disfrutando del buen clima (tan diferente al que tuvimos el sábado). No vimos ni oímos a nadie en toda la ascensión y después ya emprendimos el descenso, en el que casi la líamos. Desde el final de la vía lo suyo es ir subiendo en diagonal a la izquierda para alcanzar la arista cimera de la Roca Alta, pero hubo un punto que vimos unas 'fitas' que parecían marcar un descenso por una canal y las fuimos siguiendo hasta que ya la cosa se puso sería y acabamos deduciendo que se debía tratar de la salida de alguna de las vías de la izquierda del Diedre Farreny y optamos por dar marcha atrás y dirigirnos hacia la cima para ya después ir hacia un collado donde ya encontramos las fitas y marcas del camino que habíamos tomado en la aproximación.
De la anterior vez recordaba que habían restos de la guerra civil, encontrando incluso una lata de sardinas fechada en 1938. También vimos un antiguo depósito de agua con un grabado en el cemento que indicaba que había sido una posición de una compañía de ingenieros de la CNT-FAI en 1938...
En unos 45 minutos llegamos al aparcamiento y bajamos a Artesa de Segre a darnos un buen homenaje, comentando la actividad realizada, que tan buen sabor de boca nos había dejado.
En resumen un finde de clima con muchos contrastes y disfrutando de buenas escaladas en buena compañía... y donde desde luego pudimos comprobar que el dicho de: 'hasta el 40 de mayo no te quites...' es por algo...
Escalando el segundo largo
Chapando la R-2
Escalando el tercer largo
Mientras aseguro desde la R-1, una cordada en la Cara de Mico
En el tramo final del tercer largo
Una cordada en la Wagner del Sentinella
Por suerte al llegar a la R-3 veo que quedaba más a resguardo del aire y mirando hacia arriba, aunque el frío me había dejado las manos algo insensibles, la proximidad de los parabolts, en la primera parte hace que sea factible el ir trampeando en caso de necesidad. Aquí las chapas cambian de color pasando a lila.
Empiezo el largo cruzando un tramo algo terroso de la canal de la Viaplana y ya alcanzo el primer parabolt. Siguen unos metros verticales y muy finos que posiblemente sea el marcado 6a+ (V+/Ae), que la proximidad mencionada de los parabolts, excepto en alguno de ellos que hay que esforzarse más, permite ir progresando relativamente tranquilo, pero en la segunda parte del largo cuando la dificultad va bajando, la distancia entre seguros va creciendo, siguiendo una escalada vertical pero con buenos cantos y roca de primera calidad, encontrando, en mi opinión, uno de los largos más bonitos que he escalado en Gorros. A los 30 metros se alcanza la R-4, de dos parabolts con argollas, en una repisa relativamente cómoda.
En el cuarto largo...
... asegurando desde la R-3...
R-4
En el cuarto largo
Sube Susana que, con menos problemas de los que ella se creía que iba a tener, logra subir y llegar a la R-4. Algo escéptica con el 6b que marca para superar el desplome que se ve sobre la mencionada reunión, me cede paso y así acabar la vía. Inicia por un tramos de placa en ligera diagonal a la derecha (IV+) y un pequeño resalte (V) antes de alcanzar la base del mencionado desplome con algo de roca descompuesta, que se puede evitar si se visualizan bien los movimientos. Después de la zona más desplomada, que se puede trampear en Ao, sigue aún un tramo vertical que hay que esforzarse y pasado el cual ya va perdiendo verticalidad (IV+) y saliendo de otro pequeño resalte ya se alcanza la rampa llena de piedras sueltas que permite llegar a los 30 metros a la R-5.
En el quinto largo
Asegurando desde R-4
R-5
Y entrando a la R-5
Sube Susana y permanecemos un rato disfrutando de la poco habitual soledad de esta cima que suele estar muy concurrida, procurando ponernos a resguardo del viento. Vemos alguna cordada más que estaban por los alrededores y ya nos decidimos por emprender el descenso y al efectuar el primer rápel nos encontramos con un par de cordadas (una de ellas una pareja italiana) que estaban rapelando de una reunión cercana al collado. Al bajar me voy a otra reunión más abajo y así mientras los vecinos acaban de rapelar, nosotros podremos también efectuar el descenso.
Accediendo a la cima
Reposando algo a sotavento...
... y las clásicas fotos de la cima...
Panorámica donde se ven las escaladas del sábado pasado
Cordada en la Magdalena Superior
... y en El Elefant...
Al bajar me vino el recuerdo de un día que había colas provocadas por la 'ferrata',
ya hace unos años...
En el descenso actualmente hay un par de cuerdas fijas
Viendo que el tiempo sigue no demasiado espléndido y que nos queda aún una buena excursión para regresar al coche, damos por acabada la actividad y emprendemos el regreso, en esta ocasión seguimos por la misma ruta que al subir hasta llegar al cruce para desviarse hacia Sant Benet y optamos por bajar por las escaleras al Monestir para después seguir por el Camí de Degotalls y una vez llegados al cruce para llegar a la carretera seguimos por su lateral hasta Santa Cecília.
Cuando llegamos, cansados pero contentos, como el sábado anterior, nos vamos a Cal Anna a darnos un pequeño homenaje. Nos sorprende ver que mientras en la zona de Agulles lucía un espléndido sol con buena temperatura, en el resto de la montaña estaba encapotado con un contraste bien curioso.
Para el domingo habíamos quedado con Xacó y Jordi F. para escalar por Vva de Meià y Xacó propuso una combinación de vías en la Roca Alta que había visto publicado en el blog de Joan Asín:
Quedamos para almorzar en el Cirera y de paso acabar de concretar la logística. En mi caso me hacía gracia volver a la Roca Alta, ya que sólo he escalado una vez, ya hace unos años, su gran clásica: Diedre Farreny.
Reseña tuneada de tal como encontramos el Diedre Farreny en 1989
Panorámica desde el aparcamiento
En la base del Diedre Farreny
El camino de acceso está bien marcado con 'fitas' y puntos de color fucsia. Subida bastante pronunciada que en 30 minutos nos permite alcanzar la base del diedro, y de ahí ya seguir por la base de la pared hasta encontrar la canal que separa ambas vías y siguiendo los consejos de Joan Asín, empezamos por la Límits Verticals.. En el pie de vía no hay ninguna señal, pero son visibles 3 parabolts y un puente de roca, que son los únicos seguros que hay en el primer largo.
Acordamos que para Jordi el primer largo, para mí el segundo y para Xacó el tercero y obvisremos el cuarto largo al tratarse un largo sin demasiado interés y que podría dificultar el descenso hacia 'A la deriva'.
El primer largo inicia por un tramo con roca algo saneada pero que aún hay que vigilar hasta llegar al primer parabolts a unos 3/4 metros. Unos 3 metros más arriba ya se ve un puente de roca con un cordino. Aquí ya se inicia la sección de roca excelente sobre una placa técnica con dos parabolts más. Aunque desde abajo parece que lo difícil (V+) sea entre esas dos chapas, el paso es salir del segundo, y más para quien escalé de segundo, ya que después ya se sigue efectuando una marcada diagonal hacia la derecha, así que si resbalas, el 'botafumeiro' puede ser auténtico. Al no haber más seguros y tener que ir sorteando vegetación, hay que ir atentos de ir por el buen camino. Creo que nosotros subimos más a la izquierda de lo que tocaba por un resalte de típicas rayas vilanovinas (IV/IV+) y tuvimos luego que flanquear a la derecha para llegar a la R-1, de dos parabolts, a los 40 metros
El segundo largo inicia siguiendo una fisura por la derecha de la R-1, donde algo escondido encontraremos un clavo (IV+). Donde la reseña original indicaba un segundo clavo, ahora hay un parabolt, y algo más arriba encontramos otro, justo antes de un tramo donde deberemos sortear vegetación y ya con una última trepada de III alcanzamos un collado donde hacia su izquierda baja una canal que utilizaremos posteriormente para descender, encontrando a los 20 metros la R-2, de dos parabolts.
En el segundo largo
El tercer largo es de esos que desde la reunión 'impresiona'. Le toca a Xacó e inicia por un tramo de placa donde encontramos un primer parabolt (V) para alcanzar un fisura que seguiremos por su izquierda (V/V+), pudiendo colocar flotantes, hasta llegar a un resalte con un segundo parabolt. que protege el paso más técnico de la vía para alcanzar un poco más arriba el tercer parabolt, gracias a una regleta (se puede trampear en caso de necesidad). Para salir de esa expansión lo mejor es apoyar el pie derecho en una fisura con unos bloque que son más sólidos de lo que parecen. Sigue un tramo algo desplomado y con otro par de parabolts algo alejados (V+), pero al ir ascendiendo se van encontrando cantos suficientes para ir progresando, hasta alcanzar la R-3, de dos parabolts, a los 35 metros, en una cómoda repisa. A pesar d que en la reseña original marcaba el tramo más duro como de 6b+, nos pareció más ajustado marcarlo de 6a/a+. Desde luego es un largo muy estético y que sólo por el ya vale la pena escalar la vía.
En el bonito tercer largo
Rapelando el tercer largo
Al llegar a pie de vía, sucede como en la anterior, que no existe ninguna marca, pero son bien visibles los tres primeros parabolts. Volvemos a distribuir los largos en igual orden, comenzando Jordi con la potente entrada para superar un desplome, donde el llegar al canto para poder chapar el segundo, es la clave del largo. A pesar de estar graduado de 6a, según la envergadura, que en mi caso no es grande, puede que incluso sea algo más, aunque se puede trampear cómodamente. Después se describe una ligera diagonal a la derecha para alcanzar una fisura a equipar (V+) que con un tramo atlético permite llegar a una gran sabina, que se puede lazar y continuar por su derecha hasta alcanzar el cuarto parabolt (V), y de ahí siguiendo el diedro algo más arriba, se alcanza la R-1, de dos parabolts, a los 30 metros. Otro buen largo muy estético y de muy buena roca.
Escalando el primer largo de A la Deriva
Sigo con el segundo largo con un paso atlético para seguir el diedro con algún bloque a controlar (V/V+) para llegar al primer parabolt, desde el que hay que emprender una diagonal a la derecha hacia una gran sabina y luego continuar por un diedro a la derecha de la misma y donde encontramos un segundo parabolt (IV+), que protege la salida para superar un pequeño desplome sobre unos bloques a controlar y que se superan por su margen izquierdo, alcanzado a los 20 metros la R-2, de dos parabolts a los 20 metros.
En el segundo largo de A la Deriva
R-2
Toma nuevamente el relevo Xacó para afrontar el tercer largo, en el que enseguida vemos que a sus equipadores les debió dar mucho trabajo de limpieza y que aún así hay que prestar mucha atención a la roca. Por contrapartida el equipamiento es generoso y se puede trampear en caso de necesidad.
El inicio ya sorprende al ver una placa aparentemente fácil, pero graduada de 6a y con 3 parabolts bastante seguidos. El tramo tiene su guasa con movimientos técnicos en placa en diagonal a la derecha, para llegar a un resalte marcado de 6a+, en el que hay que trabajar tanto de pies como de manos para escoger bien y no se nos rompa algún canto. Se sigue por placa que va disminuyendo paulatinamente su dificultad, encontrando el tramo final para alcanzar la R-3 muy terroso y en el que hay que extremar la precaución, llegando a dicha reunión, de dos parabolts, a los 30 metros. Puede que la dificultad global del largo no supere el 6a, pero el tener que ir en algún tramo pendiente de la roca le da un plus.
En el tercer largo de A la Deriva
La sorpresa nos la llevamos con el cuarto y último largo, que aparentemente y comparado con el anterior, parecía que iba ser una forma relajada de acabar la vía. Tomo el relevo Jordi y comienza en diagonal a la izquierda hacia un diedro/canal, encontrando un curioso artefacto como primer seguro...
Pensando que se podría subir escalando en diedro, descubrimos que hay una serie de clavos por el espolón de la izquierda del diedro (4 clavos y un buen puente de roca ya equipado), con resaltes algo desplomados y con roca a vigilar. El tema además es que desde la reunión no se ve nada al quedar el compañero detrás de los árboles. Por los comentarios que iba haciendo Jordi ya detectamos que tenía 'guasa', para ser V/V+. Finalmente alcanza la R-4 a los 25 metros, ya fuera de la propia pared. Subimos y comprobamos que con razón se había quejado el compañero...
Inicio del cuarto largo de A la Deriva
... y finalizando el mismo...
Panorámica desde el final de la vía
En la arista cimera
En el collado donde ya seguimos el camino...
De la anterior vez recordaba que habían restos de la guerra civil, encontrando incluso una lata de sardinas fechada en 1938. También vimos un antiguo depósito de agua con un grabado en el cemento que indicaba que había sido una posición de una compañía de ingenieros de la CNT-FAI en 1938...
En unos 45 minutos llegamos al aparcamiento y bajamos a Artesa de Segre a darnos un buen homenaje, comentando la actividad realizada, que tan buen sabor de boca nos había dejado.
En resumen un finde de clima con muchos contrastes y disfrutando de buenas escaladas en buena compañía... y donde desde luego pudimos comprobar que el dicho de: 'hasta el 40 de mayo no te quites...' es por algo...
Bona activitat com sempre Xavi i companyia ! La tercera tirada de l'Ana Marisa Correïa és realment bona, a nosaltres ens va costar a l'inici un parell d'A-0...però com a molt bona i equiparable, la tercera tirada de la Gavina també es mereix un deu !
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