En la última visita que realicé con Víctor y Cristina por el Briançonnais, una cosa me quedó clara: si no pasaba ninguna contingencia no era la última vez que volvería.
Al comentar los planes de vacaciones con Jordi y Assumpció surgió la posibilidad de coincidir una semana para poder ir, así que no dudamos y como ya conocía, de la última visita Puy de Sany Vincent, volvimos a tomar este punto como 'campo base'.
Sólo quedaba esperar que la climatología fuera benevolente. La mejor información sobre todo lo referente a la escalada en roca de esta zona está en la guía (este año ha reeditado con pequeñas modificaciones, la que ya teníamos del año 2011):
Para comenzar, optamos por una primera visita a una zona de deportiva de cuarcita: Rocher Baron, con tres sectores y unas 63 vías entre el IIIº y el 7c y una longitud entre 10 y 40 metros. La zona está a una altitud de 1400m y dispone de orientaciones: S / S.E. / S.O. Escuela ubicada a unos 6 kms. al sur de Briançon con unas aproximaciones a los sectores, de entre 1 a 10 minutos.
El sector La sieste au soleil es que dispone de las vías más asequibles y es un buen lugar para conocer un tipo de roca al que no estamos habituados por Catalunya. En cambio recordando el viaje que hicimos con Carles por '
Extremadura' es casi el único tipo de roca de por allí.
Sector La sieste au soleil
Es un lugar que suele estar concurrido y donde es habitual ver familiar francesas en las que se pueden ver escalar juntos a: abuelos/as, padres/madres y nietos/as. Tener precaución los días de fuerte viento y también los extremadamente calurosos.
Escalando en la Rocher Baron
Monumento de Wimper mirando hacia la Tête d'Aval
Por la tarde visitamos otra escuela muy visitada y visible desde la carretera: Les Collets/L'Horloge, situada sobre la población de L'Argentière La-Besée, fácilmente identificable por su vistoso reloj:
Exiten unas 44 vías, entre 10/25 metros y una dificultad 4b y 6c. La roca es calcárea pero algo especial. Orientación N.E. La aproximación desde el aparcamiento superior es de 5minutos. También existe una 'mini-ferrata' que suelen utilizar para bautizar a los neófitos en esta actividad y que acaba entre los sectores L'Horloge y el de Les Collets.
Escalando en Les Collets
Para el segundo día ya apetecía hacer algo de varios largos y optamos por la pared del Éperon de la route / Chemin du Roi situada a una altitud de 1900m y con una aproximación de 30 minutos. Vías d unos 150/180 metros, con un calacáreo de buena calidad y con un descenso cómodo caminando. En este sector hay una decena de vías entre 4c y 6b. Hay otro par de sectores, uno de ellos de deportiva, con vías duras entre 6a y 8b+.
Nos decidimos por una de las asequibles que ya había escalado parcialmente:'
Voie des quarantes'.
Reseñas obtenidas en la red
La aproximación es corta pero intensa y por suerte en su mayor parte por un bosque. La panorámica es excepcional, cercano al Col de Lautaret y al próximo Galibier.
Al llegar al inicio de la vía había un par de jóvenes, creo que eran austriacos, que para nuestra sorpresa sólo iban con cintas exprés y con dos cuerdas de 10mm, una para escalar y otra en la mochila, por si tenían una emergencia...
Jordi asegurando a Xavi en el primer largo
El primer largo bien equipado en el tramo donde hay dificultad, pero sin nada en los últimos 10m, ya que es fácil... Si eres precavido y llevas algún friend, mejor... La R-1 es común a la de la vía Che Gevaroux, que hace años con Jordi Ll. habíamos escalado sus tres primeros largos, saliendo por la Voie des quarantes.
Jordi y Assumpció entrando a la R-1
El segundo largo de nuestra vía sale en diagonal hacia la derecha y con pasos de placa finos (Vº ó algo más...) llegamos a la R-2 al pie de la chimenea característica de la vía.
Xavi en el aéreo segundo largo
El tercer largo es la chimenea característica de la vía, con algún seguro a reforzar con friends.
En el inicio de la chimenea
Cambiamos en la R-3 y Jordi sigue con el cuarto largo. Inicia con un pequeño tramo de chimenea y después una fina placa de Vº:
Jordi en el cuarto largo
El quinto largo inicia con un paso atlético de Vº y después va siguiendo por placas de IV+/Vº.
Jordi en el inicio del quinto largo
Assumpció en el parte central del quinto largo
El último largo tampoco tiene desperdicio con sendos pasos al principio y al final del largo, en los que hay que esforzarse...
Jordi en el primer tramo del sexto largo
Al llegar al final de la vía, pudimos disfrutar del paisaje y de bastantes edelweis, cosa que no me había sucedido en mis anteriores visitas.
Bonitas panorámicas
Assumpció contemplando las edelweis
Descenso cómodo y de vuelta en L'Argentière La-Besée aprovechamos para inmortalizar el famoso piolet:
El tercer día decidimos visitar el granito de Ailefroide uno de las escuelas del Briançonais que mejor recuerdo tenía y para tomar contacto nos decidimos por una de las vías asequibles en el Contrafort de la Draye:
Reseña del blog de X. Larretxea
Tal como se comenta en la guía (muy interesante y que se actualiza, creo que, cada dos años), es una vía muy frecuentada:
Al llegar tres cordadas metidas y una cuarta apunto de empezar, que generosamente nos cedieron el paso (suerte tuvimos, ya que iban extremadamente lentos).
Vía sin complicaciones, completamente equipada, con buena roca: una buena opción para iniciarse en las escaladas del valle.
Jordi en las placas del primer largo
Vertical muro en el inicio del segundo largo
Pequeño desplome y bavaresa al inicio del tercer largo
Placas tumbadas en el cuarto largo antes de alcanzar pequeño bosque que hay que cruzar
Xavi en los bonitos pasos de adherencia en el quinto largo
El pasito del sexto largo no es el desplome, es la placa de después
En el último largo de transición para acceder al bosque
Panorámica de Ailefroide desde el final de la vía
Bajada por el bosque con alguna 'destrepada'
Como punto a comentar, diré que el rápel de 60m (volado en su mayor parte) que hay que hacer en diagonal ya que si vas recto el rápel sería de 63m, no es un buen lugar para estrenarse para aprender a rapelar. Lo digo porque los italianos que nos precedían que iban con un chaval que no había rapelado nunca, optaron por una solución no demasiado académica: él rapelaba con una placa sin ningún tipo de autoseguro (ni shunt, ni machard, etc) y un adulto rapelaba con una cuerda fija en paralelo para 'asesorarle'. Ni que decir tiene que si el 'nen' hubiera soltado la mano hubiera visto delante de sus narices como se esparramaba...
Mientras esperábamos en el rápel, aparecieron una pareja de franceses (Roland y Josiane) que escalado en la Tête de la Draye la vía Ein, zwei, Draye hasta el escape y que como habían leído que se podía bajar andando, lo había intentado, pero ya llevaban 3h dando vueltas y no veían como bajar. Esta situación nos pasó hace un par de años con Víctor y Cristina, con el agravante que ya llovía, y aunque conseguimos descender sin rapelar, tiene mucha 'guasa'. La pareja además sólo iban con una cuerda de 10mm y 60m y cuando les ofrecimos que rapelaran con nuestras cuerdas, quedaron agradecidísimos. Fue llegar al suelo y empezar a llover. Salvados por la campana...
Los amigos franceses nos invitaron a unas 'birras' y estuvimos comentando zonas de escalada de ambos lados del Pirineo, alguna de las cuales desconocíamos.
De regreso vimos en la carretera esta curiosa figura de madera
El día siguiente se levantó lloviznando, por lo que decidimos hacer turismo por la siempre interesante Briançon, con un casco antiguo que vale la pena visitar.
Empinadas calles del casco antiguo
Al pie de las murallas del castillo, con Les Tenailles de Montbrison al fondo
A media mañana ya no llovía y parecía que quería arreglarse. Comimos algo y nos decidimos y a escalar a una escuela cercana a Le Monetier les Bains: '
Le Pantalon', con cerca de una veintena de vías de roca cuarcita, con aproximación corta (menos de 10 minutos) y con vías fáciles (de III a 6a), que con el clima reinante ya nos pareció suficiente.
Sólo un par de vías para quitar el 'mono' y volvió a llover
Lloviznó el resto de día y toda la noche, así que planteamos otra matinal de 'turisteo', esta vez a '
Mont-Dauphin'. Aconsejable dejar el coche en la base de la montaña que alberga el castillo, ya que el camino que sube, nos permite en una media hora contemplar numerosas marmotas y también si se quiere acceder a las vías de escalada. También habíamos escalado aquí con Víctor y Cristina:
Carteles informativos sobre las marmotas
Panorámica de Mont-Dauphin
Víctor escalando hace un par de años
La escalada es en roca de conglomerado un tanto peculiar, con un centenar de vías con orientación N.O. y de una dificultad entre III y 8a+. Las vías que hicimos aquel año nos parecieron con un grado 'demasiado' ajustado. Se combina la escalada técnica y atlética, resultando una escalada exigente.
Visitamos la fortaleza y mientras comíamos ya vimos que el tiempo volvía a ser bueno, así que aprovechamos toda la tarde para escalar en otra escuela de deportiva: Les Traverses et la Vignette, en la que hace un par de años habíamos visitado uno de sus sectores: Lézaroïde, sector muy recomendable de calcáreo con 22 vías de una veintena de metros y dificultades entre 5c y 7b+.
Esta vez fuimos al concurrido sector Initiation, también de calcáreo, con 18 vías de 10/15 metros y dificultades entre 4b y 6c, y 10 minutos de aproximación. Existen 5 sectores más, con unas 60 vías más de 15/30 metros y dificultades entre 3c y 8b+.
Panorámica de las paredes
Disfrutando de una tarde relajada de escalada
Después de apurar la tarde y de regreso al 'campo base' pudimos contemplar un bonito atardecer en el Pelvoux, comprobando que lo que fue lluvia en el valle, arriba fue nieve:
Como última actividad de nuestra estancia en el Briançonnais decidimos volver a Ailefroide, en esta ocasión a la pared de Palavar, donde con Jordi Ll. ya realizamos la popular Palavar les Flots, en aquella ocasión en ensamble salvo el largo de 5c, gracias al aseguramiento existente. En esta ocasión hemos optado por una vía más difícil: '
Sueur de boucs':
En otras reseñas está graduado el primer largo de 5c+, que me parece más ajustado a la realidad.
Fuimos temprano y cuando llegamos ya vimos un par de cordadas metidas en Palavar les Flots, pero nuestro objetivo estaba libre. Nos partimos la vía de manera que yo haría las cuatro primeras y Jordi las cinco siguientes.
El primer largo ya te pone en situación. A pesar de estar asegurado con parabolts, la distancia entre ellos, sobre todo en el tramo más difícil, es superior a las vías que habíamos hecho. La mitad del largo recorre primero un pequeño espolón para luego pasar a unas placas donde está la máxima dificultad, para luego rematar con un par de pequeños desplomes. 50m que nos harán 'apretar'...
En el espolón del inicio (5b/c)
En las placas centrales (5c+)
En los desplomes antes de la reunión (5c)
Jordi y Assumpció navegando en las placas
Desde la reunión ya vemos una cordada británica que estaban empezando la vía. El segundo largo dibuja una diagonal hacia la izquierda encontrando un tramo de placa más delicado (5c).
Tres imágenes del segundo largo
El tercer largo también en marcada diagonal a la izquierda recorre unas placas de 5b, cruzando en medio del largo una vira que puede servir de escape en caso de necesidad.
Entrando a la R-3
El cuarto largo es en el que hay que hacer la misma foto que sale en la guía, aprovechando el diedro/bavaresa (5c) que luego enlaza con un aéreo espolón:
Cuatro imágenes del bonito cuarto largo
Tal como habíamos pactado, Jordi tomó el relevo y realiza el quinto largo que inicia con un tramo atlético y luego por placas con algún paso más fino (4c/5b).
Jordi iniciando el quinto largo
El sexto largo sigue por una sucesión de placas en diagonal a la izquierda con arecida dificultad al largo anterior.
Jordi en el sexto largo
Assumpció entrando a la R-6
El séptimo largo recorre una serie de placas que nos conducen a un tramo más vertical (5b), donde se ha ubicado la R-7 en un lugar un poco incómodo. Pedimos al británico que venía detrás enganchado que se esperase a que saliéramos, y optó por montar una reunión alternativa al pie de este muro.
Jordi llegando a la exigua R-7
El octavo largo inicia con un tramo atlético hacia la izquierda (5b/c) para luego ir navegando por placa.
Sobre la R-8 encontramos el único tramo mojado dela vía, lo que hizo tener que extremar las precauciones a Jordi en el diedro de inicio, tras el cual se alcanza hacia la izquierda el último tramo de espolón aéreo que permite alcanzar la R-9.
Jordi sorteando el tramo mojado
Escaladora británica entrando a la R-8
Xavi en los últimos pasos de la vía
Enseguida empezamos las maniobras de los rápeles, que conseguimos hacer en 6, en lugar de los 7 indicados. Al empezar a rapelar vimos que una cordada de escaladores euskalduna venían por detrás de los británicos, curiosamente con una sólo una cuerda de 80m, por lo que finalmente se tuvieron que enganchar con los británicos para poder descender (no se que hubieran hecho si no llegan a encontrar a nadie en la vía, ya que por donde se desciende no va ninguna vía con seguros intermedios...
Cordada vasca en el octavo largo
Los rápeles están bien equipados para que no interfieran con la vía y al ser en diagonal evitan el posible riesgo de piedras que pudieran caer, pero de todas maneras impresiona cuando alguno de ellos no lo ves hasta casi cuando llegas, al estar bajo algún desplome.
Con un primer largo rápel de 60m, ahorramos uno
Rápel intermedio
´Sexto y último rápel
Contentos con la actividad lo celebramos comiendo algo en Ailefroide, dando de esta manera por acabada la actividad de esta buena semana que hemos disfrutado en el Briançonais.
Por último incluyo mapa con las escuelas de esta zona, donde podemos encontrar más de 3000 vías en apenas 50 Km. a la redonda de Briançon, con todo tipo de roca: caliza, cuarcita, granito y conglomerado y todo tipo de orientaciones, según lo deseado. Generalment el equipamiento es aceptable, siendo suficiente un juego de alliens/friends según la vía escogida.