Después de pasar una matinal de sábado dedicada “als nens del Barri de la Sagrada Familia”, con el rocódromo de la FEEC, el domingo nos volvimos a encontrar con Josep Emili, Sara y Laura, esta vez para subir por la aresta Brucs de La Salamandra, ahora convertida en via Blava, que yo había ascendido con Rosa y Mariano allá por el año1982, que en aquella ocasión tuvimos la brillante idea de aprovechar el hacer la ‘travessa de Montserrat’, lo cual nos supuso hacer todo el camino, haciendo noche en cova Pruneres, cargando con todo el material (tonterías que hace uno de joven…).
Esta vez dejamos el coche en Can Jorba y nos aproximamos por el ‘Camí dels Francesos’. Coincidimos en el trayecto con un par de escaladores que iban a la vía Blava de La Cajoleta. Me sorprendió algo que al hacerles mención que esta aguja estaba justo en la zona que se puede actualmente escalar, ya que la parte de Plecs del Llibre y Montgrós hasta el 31 de mayo está restringido por el tema de nidificación, me miraron como con cara de ‘marciano’ y que era la primera vez que oían algo sobre el tema. Esto me hace reflexionar que el Patronat, que tanto se ha molestado en colocar unas vallas al inicio de los caminos con unos carteles sobre la prohibición de acceder en bicicleta o a caballo, al menos en este tan transitado camino no ha instalado ningún cartel con la más mínima referencia sobre las restricciones existentes sobre la escalada. Ya sé que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, pero…
En el Coll de l'Ajaguda
Después de hora y media de aproximación, llegamos y vemos, para nuestra sorpresa, que había una cordada en la R-0. Accedimos a la misma y comprobamos que era una pareja de escaladores que por problemas físicos abandonaban, Dio la casualidad que esta pareja habían hecho un cursillo de escalada con Laura hacía unos años (qué pequeño es el mundo…).
La Salamandra
Ya con vía libre empezamos la ascensión. El primer seguro a pesar de estar pintado de azul, ya no está tan visible y eso que poco antes también hay una pintada azul en la roca para marcar la vía. Hay que prestar atención que para llegar al segundo parabolt hay que ir unos metros hacia la derecha. Luego siguiendo recto encontraremos una pieza antigua que también sirve para asegurarse. La reunión a los 40m largos, en una repisa con 2 parabolts con argollas y un buril sin ‘chapa’, para rememorar los viejos tiempos.
Laura y Josep Emili en el primer largo
El Montgrós algo concurrido
El segundo largo para mí es que el que está más variado del original. Un parabolt a la izquierda nos marca el camino (¿IV/IV+?) que antiguamente iba por la derecha por terreno mucho más fácil (IIIº). Un par de parabolts más nos conducen a la segunda reunión bajo un desplome, en la que también encontraremos un par de parabolts con argollas.
Panorámica del segundo largo
El tercer largo es delicado por la calidad de la roca. Salimos de la reunión por el diedro que está a su izquierda, donde encontraremos alguna sabina para asegurarnos y luego por terreno más ‘arrampado’ llegaremos al tramo clave, donde nos meteremos en unos 3/4 metros verticales con roca bastante descompuesta. Justo al pie de este tramo encontremos un parabolt que al menos en caso de caída nos protegerá de no darnos el ‘gran cebollazo’. En el tramo vertical pude colocar el ‘alien’ amarillo para al menos poder tener una cierta tranquilidad…Aproximadamente a los 20m encontré un parabolt y un buril sin chapa que aproveché para hacer reunión, ya que a pesar de que las cuerdas sí que me permitían llegar hasta la cima, preferí quedarme cerca por si había algún tipo de ‘movida’.
Laura saliendo del tramo 'curioso'
El último tramo también tiene un final con roca un poco rotilla, pero no tanto como lo anterior, también protegido a su inicio con otro parabolt. En la cima (2 parabolts y 2 buriles), no pudimos disfrutar demasiado del paisaje, ya que entre el viento que empezó a soplar y la tormenta que se aproximaba por detrás del Montgrós, nos hizo acelerar el paso para descender.
Josep Emili y Xavi en la cima
Sara, Laura y Josep Emili en la cima
Al primer rápel se accede a unos cinco metros a la izquierda, instalado con 2 parabolts de argollas. Espectacular rápel de 40m, en parte volado, que nos deja en una canal, en la que unos metros más abajo encontraremos una chimenea de unos 20m que rapelaremos desde un árbol. Este rapel es un poco ‘guarro’ por la tierra que te puedes llegar a tirarte encima.
Sara en el primer rápel
Al llegar al camino ya caían alguna gotas de lluvia, por lo que tuvimos que desistir de ascender a la normal de la Roca Plana dels Llamps, que era el segundo objetivo del día.
La Roca Plana dels Llamps: otra vez será
A medida que fuimos descendiendo pudimos comprobar que lo de la lluvia no iba a más y finalmente aún tuvimos que hacer parte de la bajada con sol ‘potente’.
A pesar de todo ha sido una buena actividad para recordar tiempos pasados…
En cuanto a la reseña de la vía, aparece en: ”Vía Blava La Salamandra”